La misión especial del CBTS es ministrar a los hombres que aspiran al ministerio cristiano vocacional. Estos hombres serán matriculados como estudiantes de Maestría en Divinidad o Licenciatura en Divinidad. Los párrafos siguientes se refieren a los procedimientos especiales para la aceptación y cuidado de tales estudiantes.

La Biblia deja claro que algunos hombres están dotados por Dios de una manera tal que deben trabajar vocacionalmente como pastores o ministros de la Palabra de Dios (1 Cor. 9:14; Gál. 6:6; 1 Tim. 5:17). El propósito principal del CBTS es proveer una educación teológica completa para los hombres que actualmente están en el pastorado y para aquellos que aspiran al ministerio cristiano vocacional (2 Tim. 2:2).

Por lo tanto, el estudiante de nuestro programa de Maestría en Divinidad debe ser un hombre que cumpla con los requisitos descritos en la Palabra de un hombre fiel o digno de confianza descrito en 2 Timoteo 2:2.

Pablo dice que los hombres que deben recibir el depósito de sana doctrina deben ser hombres dignos de confianza, o también hombres fieles (como lo traduce la RVR60). La idea es la de hombres a los que se les puede entregar un tesoro en la mano con la seguridad de que podrán guardarlo apropiadamente. De hecho, el depósito de las verdades de Dios es un tesoro divino que debe ser guardado fielmente por hombres dignos de confianza. Pablo le encomienda a Timoteo poner este tesoro sobre hombres que puedan conservar la pureza de lo que se pondrá en sus manos. El carácter distintivo de hombres así es el de un corazón firme que no sucumbirá ante las demandas de un pueblo con comezón de oír (2 Tim. 4:3), sino que sufrirá las penalidades necesarias por la perseverar en la verdad (2 Tim. 3:14; 4:5). Un hombre fiel es un hombre que muestra lineamientos en su carácter que evidencian que será un retenedor de la sana doctrina (Tito 1:9). Los hombres fieles son hombres leales a la verdad recibida, que transmiten confianza a aquellos que han de instruirlos.

Esta característica nos recuerda las palabras de los apóstoles: «escoged de entre vosotros siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes podamos encargar esta tarea» (Hch. 6:3). Es la iglesia la que reconoce a esos hombres. Ella ha sido comisionada para el reconocimiento, desarrollo, examen y confirmación de los dones de aquellos que aspiran al servicio en la misma.

Luego añade: que sean competentes para enseñar. Estos hombres no pueden ser solamente dignos de confianza (que denota carácter) sino también calificados o competentes para enseñar. Esta competencia manifiesta una cualidad ministerial, lo cual va más allá de ser simplemente un verdadero creyente. Los hombres que estén siendo considerados para la preparación para el ministerio pastoral deben manifestar, por lo menos en una forma incipiente, el carácter, los dones y las gracias prescritas en pasajes tales como 1 Timoteo 3, Tito 1, Hechos 20 y 1 Pedro 5.

Esta “idoniedad” bíblica será constatada en el proceso de admisión a través de una carta de recomendación del pastor de la iglesia local a la que pertenzca el solicitante. Además, el candidato deberá ser aprobado después de una entrevista en la que se examinará su idoneidad para matricularse en el CBTS. A efectos prácticos, esta entrevista puede realizarse por teléfono o por teleconferencia.

La admisión como estudiante de Maestría en Divinidad o Licenciatura en Divinidad en el CBTS requiere, en primer lugar, que el pastor o los ancianos de la iglesia de este futuro estudiante lo recomienden como aspirante legítimo al ministerio vocacional. Pueden hacerlo con una carta escrita detallando la evaluación que hacen de sus aspiraciones. A continuación, la Oficina de Admisiones del CBTS debe aprobar al futuro estudiante mediante una entrevista en la que se examinará su idoneidad para matricularse en el CBTS. A efectos prácticos, esta entrevista puede realizarse por teléfono o por teleconferencia.

La admisión da derecho al estudiante no solo a tomar clases con créditos en el CBTS, sino que también incluye la ayuda pastoral especial y la supervisión que tal aspirante al ministerio cristiano requiere. Por supuesto, este estatus y la supervisión que conlleva continúan siempre que los ancianos del estudiante como la facultad del CBTS vean las aspiraciones del hombre como apropiadas y legítimas. En otras palabras, este estatus continúa siempre que ellos lo vean como un pastor vocacional potencial.

Por lo general, solo los hombres que tengan al menos 21 años de edad, posean una licenciatura y sean miembros en plena comunión de una iglesia evangélica podrán ser aceptados en el programa de Maestría en Divinidad. Aquellos que reúnan estos requisitos sin un título de licenciatura serán elegibles para ser aceptados en el programa de Licenciatura en Divinidad. La administración del CBTS se reserva el derecho de renunciar a cualquiera o todos estos requisitos de ingreso o de rechazar la solicitud de cualquier solicitante al CBTS a su propia discreción.

El requisito de que las aspiraciones de un hombre al ministerio vocacional se consideren legítimas y apropiadas no debe interpretarse en el sentido de que su pastor o los ancianos estén seguros de que definitivamente trabajará a tiempo completo en el ministerio evangélico. La intención de este lenguaje es simplemente que el pastor o los ancianos no consideren tales aspiraciones como equivocadas debido a alguna deficiencia visible y significativa en su vida o habilidades cristianas. Ningún hombre debe participar en estudios para el ministerio evangélico cuando un área de debilidad evidente en cuanto a don o gracia hace improbable que llegue a estar cualificado para el ministerio cristiano.

En consecuencia, la aceptación como estudiante de Maestría en Divinidad o Licenciatura en Divinidad no requiere que los dones o gracias de un hombre sean tan maduros o evidentes que su iglesia esté lista para liberarlo de una vocación secular para que estudie a tiempo completo. Es nuestra expectativa que muchos hombres en sus primeros años de estudio en el CBTS tomen clases a tiempo parcial. Uno de los propósitos del seminario es ayudar a los hombres que no pueden estudiar a tiempo completo. Las clases modulares y el aprendizaje a distancia son perfectamente adecuados para tales estudiantes.